Hay varias cosas hermosas que resaltan cuando se trata del estado de Yucatán, ya sea la naturaleza, su cultura o la gente, tras vivir en este bello estado por casi 20 años algo que siempre me sorprende es la forma de hablar. Aquí como en cada región, hay palabras específicas que solo se entienden entre los habitantes. Sin embargo, una diferencia con el español que se habla en el resto del país es la incorporación de palabras mayas, esto aunado a los regionalismos hace del español yucateco una variante de la lengua española hermosa y única. “En el caso del español yucateco, es un dialecto con una amalgama del maya local, del taíno que hablaban los indígenas del Caribe, del castellano del sur de España que llegó con la conquista, y del español de Cuba producto del comercio, explica Güémez Pineda.” (BBC, 2022).
Por lo tanto, la variedad de palabras incorporadas a este idioma es muy amplia, de este modo cuando una persona extranjera se topa con conversaciones entre dos yucatecos puede llegar a ser algo complicado de entender. Personalmente durante mi infancia cuando recién llegué a vivir a este estado, además de la notoria diferencia del acento, no podía entender muchas palabras que me decían. Conforme fui creciendo fui aprendido varias de estas palabras e incluso las incorporé a mi hablar cotidiano, por ejemplo, la tan famosa expresión ¡Way! que sirve para denotar asombro o sorpresa. Sin embargo, aunque pasan los años y cada vez siento que ya lo he aprendido todo, siempre aparece una palabra nueva que logra sorprenderme.
Me parece que la mejor forma de entender estas palabras es escucharlas en conversaciones cercanas con una persona de la región que pueda explicarlas, como la palabra negociante. La cual si preguntas a un yucateco o yucateca probablemente te va a decir que lo puede significar todo, hasta ahora no he logrado entender por completo cuándo se usa esta palabra, pero mi experiencia fue la siguiente:
Un día cualquiera durante la preparatoria yo recorría los pasillos de mi escuela, llevaba un suéter atado a la cintura porque mis jeans estaban rotos y yo sabía muy bien que eso estaba en contra del reglamento escolar, por lo tanto, intentaba ocultarme de los prefectos. Obviamente, no lo conseguí y mientras caminaba dos prefectos me detuvieron, cuando llamaron mi atención estaba algo nerviosa pues sabía que me regañarían, sin embargo, nada me preparó para lo que en realidad me dijeron. Cuando llamaron mi atención me acerqué a ellos para saber que pasaba y uno me respondió:
- Señorita por favor, negoceate el suéter.
- ¿Qué? –Le dije
- Negoceate el suéter -Me repitió un poco molesto
Yo estaba a punto de quitármelo antes de que me lo pidiera porque sabía que para eso me detuvieron, pero cuando escuché esa oración no entendí nada y lo miré muy confundida, creí que de alguna forma el prefecto quería comprar mi suéter, no podía estar más equivocada. El otro maestro al ver mi cara de confusión me aclaró:
-Te está pidiendo que te quites el suéter, para ver tus jeans.
Después de esto les hice caso por ser mis prefectos, pero no entendí nada y ya ni me preocupé por el regaño. Tras esta experiencia fui a hablar con mis amigas para decirles que tal vez un prefecto quiso comprar mi suéter feo, al escuchar mi historia se rieron mucho y empezaron una larga introducción a lo que la palara negociante significa, y digo introducción porque nunca me lo pudieron explicar del todo. Por lo que entendí, puede ser un objeto o acción.
Experiencias como esta tengo muchas y hablando con personas que migraron a la península encuentro que les ha pasado igual, este fenómeno me parece muy curioso pues ocurren conversaciones donde dos hispanohablantes no se entienden nada solo por ser de una región distinta. Así mismo, “el maya es el segundo idioma indígena, por detrás del náhuatl, más hablado en México, con cerca de 800.000 hablantes concentrados en la Península de Yucatán, según el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) del Gobierno.” (2022) Por ello, aquí en Yucatán hay muchas personas que también hablan español, acostumbran tomar palabras del maya mezclándolas con el español lo cual es una característica muy importante del español yucateco. Me parece que esto demuestra una riqueza cultural muy grande donde se valora la lengua indígena de la región y una forma de preservarla.
Tras vivir varios años en Mérida aprendí a notar qué palabras están en español y cuales vienen del maya, pues, al haber crecido en esta ciudad, incorporé palabras en maya a mi vocabulario coloquial de forma tan natural como las palabras en español. La primera diferencia y la más obvia es que mi familia no suele utilizar estas palabras, y la segunda es la fonética, pues las palabras en maya suenan diferentes, sobretodo rodeadas de tantas palabras en español, por ejemplo: xix o xux. Suenan muy parecidas pero la primera hace referencia a los restos de la comida y la segunda se suele utilizar en la frase ¡Ponte XUX! que según Blog Yucatán literalmente significa ¡Ponte avispa!, es decir pon atención. En estos dos ejemplos el uso de la letra X es predominante, en contraste con el español donde esta letra es poco utilizada. Por otro lado, aquí en Yucatán una letra que pronuncian distinto es la letra Ñ, la cual sustituyen por la N, por ejemplo, en vez de niño es más común escuchar que digan ninio.
Finalmente, aquí le dejo una lista con las palabras que más me sorprendieron y de las cuales me tuve que detener en medio de una conversación a preguntar su significado: negociante (encabezando el listado), mare, way, arredobaya, bofetada, xix, xux, anolear, chicolear, acedado, satz; y palabras que, aunque si están en español aquí en Yucatán se les da otro significado. Buscar también puede significar encontrar; o prestar pues significa lo opuesto, es decir pedir prestado.
Todo esto ha sido para mí un constante aprendizaje sobre la riqueza de la cultura maya y las costumbres en Yucatán pues, aunque es una región que resalta por su acento, las palabras particulares que se utilizan en este estado también son una parte importante de la forma de hablar de las y los yucatecos.