El autor Jorge Mateo Cuesta Porte Petit, mejor conocido como Jorge Cuesta, nació el 21 de septiembre de 1903 en Córdoba,Veracruz. Treinta y ocho años después se suicidó en la Ciudad de México, el 13 de agosto de 1942. Fue químico, poeta, ensayista y editor.Se le considera el fundador de la crítica literaria mexicana. Entre las obras más destacadas del autor encontramos la Antología de la poesía mexicana moderna (1927), La poesía de Paul Éluard (1929), Robert Desnos y el sobrerrealismo (1930), Canto a un dios mineral (1942), Naufragio de la duda, Triángulos de silencios, El arte moderno (1943), Poemas y ensayos (1964) estas últimas dos publicadas de manera póstuma (Ortiz, 2019).
Jorge Cuesta formó parte del grupo conocido como Contemporáneos (1920-1932), donde participó en la revista homónima. Algunos de los autores con los que compartió créditos en la publicación fueron José Gorostiza, Xavier Villaurrutia, Jaime Torres Bodet, Salvador Novo, entre otros, con ellos escribió la Antología de la poesía mexicana moderna, sin embargo, sólo él la firmó. Según José María Espinasa, este grupo se caracterizó por “la necesidad de trazar la esfera estrictamente creativa del fenómeno literario. No, como se ha dicho con insistencia y mala fe, de desprender y aislar el asunto de lo social, sino de establecer los parámetros en el que todo gesto creativo debe ser juzgado” (2015, p. 74). Cuesta también participó en la creación de la revista Examen junto con Xavier Villaurrutia en 1932, que sólo dio a luz tres números. Entre quienes lo conocieron y han leído sus obras está Octavio Paz, quien lo describió de la siguiente manera:
Cuesta estaba poseído por un dios temible, la inteligencia. Pero inteligencia es una palabra que no designa realmente a la potencia que lo devoraba. La inteligencia está cerca del instinto y no había nada instintivo en Jorge Cuesta. El verdadero nombre de esa divinidad sin rostro es Razón. […] Su muerte fue absurda no por falta sino por exceso de razón. Fue un caso de intoxicación racional. A Jorge Cuesta le faltó sentido común, es decir, esa dosis de resignada irracionalidad que todos necesitamos para vivir. (INBA, 2019, p. 2)
Precisamente por esa inteligencia de la cual habló Paz es que algunas de las características más destacables en su obra poética es el menosprecio hacia temas como el amor o el nacionalismo y su interés se inclina hacia temas relacionados con la libertad y la intelectualidad aunado al interés en la crítica de poesía. Ahora bien, según Castañeda, la obra poética completa de Jorge Cuesta “comprende algo más de cuarenta poemas, de los cuales más de la mitad han sido trabajados como sonetos” (2007, p. 4), razón por la que en su poesía sean visibles algunos rasgos como la búsqueda de una poesía pura, su ideología antimodernista, su atención por el neobarroquismo, el internacionalismo, la subjetividad, el uso del soneto, poemas con temas filosóficos, entre otros.
Panabière asegura que Cuesta construyó una teoría literaria a partir de la progresiva y recurrente aparición de ciertas ideas ligadas a su concepción del arte. La insistencia en conceptos como: pureza, inteligencia, clasicismo, abstracción y forma define de alguna manera el ideal poético al que tiende todo acercamiento crítico del escritor (Ugalde, 2004, p. 45).
Para ejemplificar algunos de los rasgos distintivos de su poesía recurro a uno de sus más célebres poemas; el Canto a un dios mineral, donde, según Adolfo Castañón, son visibles un conjunto de técnicas y motivos, además de una síntesis de su quehacer poético. Adentrándonos en el poema podemos leer lo siguiente:
Capto la seña de una mano y veo
que hay una libertad en mi deseo;
ni dura ni reposa;
las nubes de su objeto el tiempo altera
como el agua la espuma prisionera
de la masa ondulosa.
Uno de los intereses de Cuesta fue la representación de la libertad y del deseo que, de acuerdo con Béatrice Ménard, se expresa en la estrofa anterior, pues el yo lírico habla del intento de alcanzar lo deseado que se desvanece y desaparece. El deseo-libertad van unidos pues gracias a la segunda es que se expresa el primero y trae a cuenta el sueño e ideal del yo lírico. En la siguiente estrofa, extraída del mismo poema, podemos destacar el tiempo como rasgo temático:
Signos extraños hurta la memoria,
para una muda y condenada historia,
y acaricia las huellas
como si oculta obsecación lograra,
a fuerza de tallar la sombra avara
recuperar estrellas.
Conseguimos leer el cambio temporal del yo lírico a través de la memoria y sus procesos kinestésicos. Otro de los temas de este texto, que da gran reconocimiento al escritor, es el uso y la alusión al lenguaje que realiza en estrofas posteriores. Otras temáticas que trabaja en este poema son el problema de la muerte y la vida en contraste con la eternidad, y la vida en sí misma. Por otro lado, respecto al tema del sueño-libertad-deseo en el poema “Su obra furtida” leemos lo siguiente:
Aun más perdida
que para el sueño
de nada dueño,
vaga en la vida
del alma incierta
que se despierta.
En este caso la libertad se ve reflejada en la liberación y autonomía que aporta a través de la personificación del sueño. El “soñante es caracterizado por su ausencia durante el desarrollo del sueño, como una manera de sugerir que el contenido del sueño queda fuera de alcance del yo” (Menard, 2004, p. 78). Entonces, las temáticas de los poemas expuestos, el sueño y el deseo, en la creación poética de Jorge Cuesta, son razón predominante por la cual se le considera un escritor perteneciente a la tradición clásica, por su carácter reflexivo y crítico, que le da a su obra una calidad más universal, además, de ser parte del problema filosófico mexicano, razón por la que se relaciona temáticamente con otros autores, por ejemplo, Sor Juana y José Gorostiza con el Primero sueño y Muerte sin fin, respectivamente.
Por último, es preciso recordar las interminables inquietudes intelectuales de Cuesta que lo llevaron a expresar sus ideas y opiniones sobre diversos temas respecto a la poesía o el arte, influyeron en el trabajo de otros y en su propia obra. Tal es el caso de Alejandro Katz, quien del autor de Canto a un dios mineral dice “No hay en esta obra ninguna coherencia y es justamente la falta absoluta de unidad la que le confiere la única coherencia posible” (Ugalde, 2004, p. 44). Sin embargo, la discusión en torno a la obra de Cuesta es muy amplia pues, según Louis Panabière, éste “fue ‘el único verdadero teórico sistemático del grupo’ de Contemporáneos (197). Para el crítico francés los escritos del mexicano revelan un método de análisis, un sistema coherente de ideas” (Ugalde, 2004, p. 45); razón por la que construyó una teoría literaria comparada con el arte, entonces, él impulsó la crítica literaria en México.